lunes, 4 de junio de 2012

Capítulo 5. Presentaciones

Despierto, por el gran frenazo que acaba de dar el tren, supongo que habrá parado a repostar. Mis sabanas están arrugadas, aunque tapan la mayor parte del cuerpo. Por un momento intento recordar donde estoy y todo lo que ha pasado. Me levanto, y abro la ventana. Se respira un aire fresco pero tiene olor a petróleo. Estoy apoyada en el marco de la ventana cuando unos tacones me sobresaltan y giro un poco la cabeza, lo justo como para ver por el rabillo del ojo quien entra por mi puerta. Es Velva, que grita desesperada y agitando las manos en el aire:
-¿¡Pero que haces aun así vestida?! Dúchate, y pónte algo bonito, os estamos esperando para desayunar.
Dicho esto cierra la puerta de un golpe. Yo he continuado con la cabeza medio girada y mirando como se iba por el rabillo del ojo. Sacudo mi cabeza, dejando que mi cabellera rojiza, caiga sobre la ventana. Una alarma, avisa de que nos ponemos en marcha y cierro la ventana con cuidado. Hago lo que me ha ordenado Velva. Me ducho y simplemente cojo un conjunto de pantalón y camisa, no me importa vestir con <<algo que no sea bonito>>. Cuando abro la puerta y desfilo por le largo pasillo, veo como Jale sale de su habitación con una mano en la frente.
-Son unos animales, paran el tren creyendo que no hay nadie a bordo.
Asiento, arqueando las cejas. Pasamos a el vagón principal donde hay una mesa aparte, con todo tipo de exquisiteces que ni siquiera había visto.
Debo ganar peso, eso si, no demasiado. Principalmente quiero empezar por algo ligero y en los próximos días escoger cosas con más grasa.
Ocupo mi asiento al lado de mi mentor. Desayunamos en silencio, solo se puede oír el aire que pasa a través de las ventanas desde fuera. En el medio, hay una gran fuente de un líquido marrón oscuro.
-Adelante querida, toda tuya, pero por favor utiliza tus modales.- dice Velva extendiendo la mano sobre la mesa y dirigiéndola a la fuente. ¿Tanto ha notado como miraba aquello?
Cojo una cuchara sopera, y la hundo en el espeso líquido. Acerco la taza y compruebo que es una cosa llamada chocolate caliente. Cuando mi madre iba al mercado, un día a la semana traía para mis hermanos una pequeña onza de chocolate. Su olor me abruma y me trae buenos recuerdos. Me sirvo una taza bien llena, hasta que se desborda un poco. Cuando termino, observo como Jale, se ha servido unas tres tazas y ahora esta un poco verde. ¿O azul? Continuamos en silencio, y mi mirada se cruza con la de mi mentor.
-Soon. Lénart Soon.- dice dándome la mano.
Esbozo una media sonrisa en la cara y le devuelvo el gesto.
-Mis disculpas por no haber dicho mi nombre ayer.
-Una falta de respeto muy grande.- responde Velva, sin apartar la vista de su espejo mientras agita la mano en el aire.
-Como tú, mirándote en ese espejo mientras conversamos.- continua Lénart.
Ella, algo fastidiada, mira por encima del hombro y continua haciendo su tarea.
-Vamos.- dice Lénart levantándose de la mesa.
-¿Donde?.- pregunta Jade.
Mientras nos levantamos, Lénart abre la puerta de el vagón y Velva se para justo delante. Pasa dando saltitos y Lénart le dirige la mirada arqueando una ceja.
Me dispongo pasar yo también detrás de ella cuando el me dice:
-Es una mujer bastante arrogante, te acostumbrarás.
No consigo contener una carcajada y la dejo escapar a lo que Lénart me sigue. Entramos a una sala donde podremos ver las cosechas de los demás distritos. Necesito familiarizarme con algunas caras, para la arena. Los tributos del distrito 1 no parecen mucha cosa, aunque el chico del distrtito dos, de momento, es el más fuerte. También lo es el tributo del distrito 11, que va acompañado de un niñita. Piden voluntarios, pero, nadie se presenta. Velva, Lénart y Jale, se dedican a parlotear sobre las cosechas mientras yo veo las demás. Si, la chica del distrito 12...me acerco un poco a la televisión y veo su rostro, pálido. Su hermana salió elegida y ella se presento voluntaria. Las personas del distrito 12 no pueden permitirse salir así como así en una cosecha. Debes tener el suficiente valor como para presentarte. Y ella lo ha hecho. El tributo masculino es un chico muy robusto pero algo bajo. Me da una sensación extraña...algo puede pasar con estos tributos. Cuando me doy cuenta, Velva esta agitando las manos en el aire y señalando a la pantalla. ¿Soy yo o esta mujer hace muchísimos gestos con las manos?.

4 comentarios:

  1. Genial!!! me encanta!!!!:)
    esperaba impaciente este capítulo!!! :D
    adoro tu blog!! ;)
    :):)

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    1. Muchas gracias Lucia (;
      Yo espero tu nuevo blog, que esta inspirado el personaje en Foxface.
      Me tienes con la intriga :P

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  2. Esta geniaal mee encanta:))

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